¿Te has planteado bajar de peso, estar en forma o ser más saludable? ¿Cuántas veces esta meta se ha quedado a medio camino? ¡No eres tú, es tu cerebro!

Tengo que admitir que este es un tema que incluyo todos los años y conforme va avanzando el año me pasan dos cosas: surgen otros temas “más importantes” y luego, quiero “reponer” el tiempo perdido en el último trimestre del año.

Sin embargo, una de mis grandes pasiones ha sido aprender sobre neurociencia y psicología social, así que me di a la tarea de estudiar los “hábitos” y cómo influyen en nuestros proyectos y planes de cada año.

Dicen los expertos que el cerebro es capaz de generar entre 50 mil a 70 mil pensamientos en un día, de ellos 70 a 80% son recurrentes.

El poder de los hábitos está relacionado con “ahorro de energía” en nuestros pensamientos y acciones, con lo cual, se debe ir construyendo poco a poco para hacerlo permanente.

Adicionalmente, si a esto le agregamos el sesgo cognitivo del “descuento hiperbólico” (tendencia a preferir recompensas pequeñas, pero inmediatas sobre las recompensas grandes y a futuro) tenemos la combinación idónea para NO lograr nuestras metas.

Esta infografía, generada por el @IMEC – Instituto Mexicano de Economía del Comportamiento, describe el sesgo cognitivo.

Entonces, lo que recomiendo para que tu meta sea sostenible es lo siguiente:

Identificar cuáles son tus pensamientos actuales en relación con la alimentación y el ejercicio. Así podrás conocer creencias limitantes acerca de estos temas.

Reconocer qué hábitos son los que inicialmente te limitan o impulsan a bajar de peso y estar en forma. Yo, muchas veces le atribuí a factores externos (ropa deportiva, suplementos, accesorios) el poder motivador para entonces alcanzar mi meta y no fue así.

Si se te dificulta “madrugar” entonces es necesario ir desarrollando el hábito y eso implica poner un recordatorio para dormir más temprano y hacer ejercicio.

Empezar poco a poco. No caer en la tendencia de poner una meta muy alta que luego implique que se abandonen al poco tiempo, especialmente ahora que sabes del poder de los hábitos.

La idea es construir, con pequeños pasos, nuevos hábitos y ser consistente en ellos. Por ejemplo, hacer ejercicio por 20 minutos, 2 veces por semana y si lo cumples, celebra el logro y la siguiente semana le subes frecuencia o tiempo.

Elige un tipo de ejercicio que te guste y sobretodo, que te conecte con algo que te gustaba hacer, así será más fácil adoptarlo.

Lleva un diario sobre tus emociones y sentimientos respecto al tema. Te sirve de desahogo emocional.

El cerebro asocia y recuerda muy bien imágenes, usa una en tu descansador de pantalla que enlace con la visión saludable que deseas para que te ayude a conectar en diferentes momentos con ese plan. Incluso puedes establecer recordatorios en tu celular a diferentes horas del día para conectarte con tu objetivo y así suspender la “gratificación instantánea” de la recompensa de corto plazo.

Busca una relación con tu “yo en 3, 6 y 12 meses” para que puedas facilitar ese futuro.

influencia de la mente

Si te decides, observarás que sí puedes alcanzar esas metas que ahora has hecho más alcanzables, motivadoras y con un ritual de celebración sencillo, que se puede convertir en un motivacional, solo procura que sea un ritual adecuado a tu objetivo.

Hoy en día encontrarás en el mundo digital infinidad de contenido en sitios web, podcasts, videos sobre alimentación, ejercicios, etc. Pero cuidado, no todo lo que está en la web se ajusta y te conviene, por lo mismo, busca fuentes confiables con respaldo y certificaciones.

Espero que logres tus metas y sobre todo puedas conocer de ti en este proceso, el mejor aprendizaje será que te conectes contigo y descubras tu nueva versión en el camino.